11/10/16

El brillo que vuelve a recobrar vida

Mi semana con Marilyn Monroe protagonizada de manera impecable por Michelle Williams, recobra a esa mujer rutilante que se robaba el corazón de todos por su indudable belleza y simpatía. Durante el trascurso del rodaje de la película " El príncipe y la corista", se descubre un lado diferente del mito erótico de los 50 por una jovial e insegura Marilyn, pero entre una mezcla de inocencia y deseo que envuelven a Colin Clark (Eddie Redmayne) un joven apasionado por el cine; terminan irrumpiendo  por encima de la fama como de sus vidas  una corta y real historia de amor .


En los años 50 Marilyn llegaría a Inglaterra para  protagonizar con Sir Laurence Olivier (Kennneth Branagh) la película “El príncipe y la corista”.  La historia se desencadena cuando un joven de 23 años que buscaba entrar a la industria del cine llega para trabajar del tercer asistente de dirección.Durante el rodaje de la película las dos estrellas del séptimo arte, presentan conflictos por sus egos y las presiones constantes donde  se comienza a desentrañar el verdadero mundo de Marilyn, en el cual se muestran  las infaltables adicciones e inseguridades de la artista. 


Después de fallar por tratar de cambiar a Marilyn en su manera de  actuar, debido a  que  la misteriosa mujer,  le gustaba interiorizar sus personajes, Sir Laurence se basa del joven Colín, para que este lograra integrar de nuevo a la protagonista y retomará su labor. Por medio de la artista, Colin comienza un viaje en el cual consigue ver a esta mujer en todos su esplendor, ya que Marilyn le da su confianza; en medio de sus ocurrencias e imprudencias,  el joven vive una real historia de amor a pesar de las adversidades, aunque sin entender si la veía como el ícono que siempre aparentó ser  o como una mujer real.


Esta película estuvo nominada a los Oscars como mejor actriz (Michelle Williams) y mejor actor sec. (Branagh); en los Globos de Oro, como mejor actriz comedia o musical  (Williams); Independent Spirit Awards, como mejor actriz; en los premios Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión (BAFTA), con seis nominaciones incluyendo mejor película británica. Así mismo en los Critics Choice Awards con cuatro nominaciones incluyendo mejor actriz y en los Screen Actors Guild nominados a mejor actriz (Michelle Williams)  y actor de reparto (Branagh ).



Sin duda es una película que se encasilla perfectamente en la trama, porque es asertiva y cuidadosa en cada escena. Los personajes resultan encajar bien, eso indudablemente lo demuestra Williams, quien logró personificar sin llegar a imitar en tono burlesco, alcanzando una interpretación histriónica. Esta película logra mover emociones, por un episodio que pareciera que mostrará brevemente la vida de la actriz en situaciones que ella abstraída, pues su personalidad se terminaba por robar toda la atención, aunque no dejaba de identificar a una estrella de Hollywood que merecía su reconocimiento como tal.


De otro lado, quedan algunos momentos  en el aire porque no se detallaron- o en el peor de los casos- no hubo espacio para terminar pequeñas historias que iban creciendo en la película, con otros personajes que quedaron en el trasfondo como Arthur Miller, ahondar más en el significado de este amor que pudo ser el último en la vida de la actriz norteamericana. 


En general, es una película buena no tanto por su  narración – un poco lenta- , sino por las actuaciones de algunos de los personajes destacando a Williams y Branagh, que logran dominar, transmitiendo las vidas de estos controversiales e importantes personajes.


Y para terminar, la banda sonora, es muy convincente y precisa, sobre todo en escenas cargadas de sentimientos, convirtiéndola en una cinta sencilla, agradable y merecedora de elogios.





20/7/16

El trabajo de servir con la verdad


En primera plana quedó la película cuando fue galardonada en los Premios Óscar, del año 2016, ya que acaparó la atención no sólo de los medios de comunicación sino de los cineastas.Un filme que resume el rigor de una profesión, muchas veces desmeritada en su labor, pero que vigoriza con simpleza en Spotlight.

Uno de los atractivos de la película es su precisa narración, con una sencillez estructural,  en la que  se relata  en orden cronológico, permitiendo al espectador seguir el hilo conductor, que deja intriga constante en cada aspecto de la historia central. Y todo esto se puede definir así, ya que el filme es un drama muy cercano a la humanidad porque toca fibras en cada personaje que asimilamos inmediatamente por su contexto real.

Lo que juega en favor de Spotlight, además de todo lo anterior, es esa diatriba constante en la que vivimos todos, pero que ésta película logra plasmar, cuando destaca la importancia del periodismo, el papel de cada reportero, así también de cómo asumen valor y profesionalismo; debido, a que muchas veces, enfrentan temas que tocan sus vidas, pero es ahí, donde el filme magistralmente se enfoca, entendiendo que prima la veracidad y en cumplirle a la sociedad.

Aún queda mucho por contar, el director,Thomas McCarthy tenía claro que quería resaltar de esta película, y no era despertar el morbo por ver cómo en Boston, la Iglesia católica enfrenta sus escándalos por el abuso sexual a menores de edad, sino como el trabajo periodístico, consigue mostrar un planteamiento  donde las emociones pueden existir, pero al final actúan pensando en el interés público, logrando una propuesta totalmente directa  -sin censura- en el filme.

A muchos todavía les despierta duda el hecho de que la película, fuera ganadora del oscar como mejor largometraje, pero puede ser que su manera de ser contada sea tan clara como también relacionada a un tema actual, que podría generar en los más perspicaces poco interés en Spotlight. Pero es ahí,  donde surge la controversia, ya que es un filme completamente sincero, y este reconocimiento también nace  por las destacadas actuaciones  de Michael Keaton,Mark Ruffalo, Rachel McAdams y Brian d´Arcy, quienes daban vida a los cuatro periodistas de redacción en The Boston Globe,  alcanzando convencer en el desarrollo de la trama como tal.

Finalmente llegar a decir  que la realidad supera a la ficción no es exagerar, pues en el cine siempre las historias reales pueden ser más difíciles de contar, y más a espectadores acostumbrados con películas de géneros fantasiosos como ficticios, pero gracias a la genialidad de Spotlight podemos decir que vale la pena sus dos horas de experiencia cinematográfica cruda y real.